Originalmente soportan fríos inviernos sobre los 3 grados y cálidos veranos. Esta especie para aguantar las bajas temperaturas sera necesario que tengan para refugiarse cortezas, hojarasca, sustrato, pero se reproducen mejor con temperaturas desde los 15 hasta los 27 grados, son ideales tanto para terrarios más fríos como para templados. Su alimentación es omnívora, son buenos descomponedores de materia orgánica, les alimento con diversas hojarasca, verdura o fruta un par de veces por semana y pienso para colémbolo e isópodos, si se mantienen con otro tipo de animales pequeños eliminarán sus excrementos, tienen que tener siempre hueso de jibia semienterrado, de él comerán cuando necesiten un aporte de calcio.
El contenedor debe de tener buena ventilación y una humedad entre el 70 al 85%.


No pueden escalar por superficies lisas, si hubiese alguna fuga no sería problema ya que al respirar por branquias necesitan una húmedad elevada.