Son originarios de Asia pero están extendidos casi por todos los continentes, se les conoce comúnmente como insecto de fuego. Suelen ser plagas y un problema bastante importante en bibliotecas que almacenan libros antiguos ya que poseen un aparato bucal masticador para alimentarse de hidratos de carbono y proteínas (Tapas de libros, hojas, encolado etc...). Los mantenemos en un recipiente de plástico cerrado con poca ventilación y una temperatura elevada por encima de los 30 grados, con hueveras de cartón para que se escondan y papel de cocina, servilletas o pañuelos de papel solo con 100x100 celulosa, sin nada de cremas ni químicos, si observas los papeles al cabo de un tiempo aprecias es su forma de comer,  poco a poco ellos van raspando la superficie del papel hasta llegar agujerearlo por muchos sitios o dejarlos casi transparente a través de la luz. Su alimentación consta de celulosa que se lo proporciona los papeles que le hemos añadido y de vez en cuando le damos comida de pez en escamas. Hay que tenerlos a oscuras, sin ninguna fuente de luz ya que son de hábitos nocturnos.